jueves, 26 de noviembre de 2015

This girl is on fire

Hoy voy a escribir sobre algo distinto. Voy a hablar de un problema que tuve la primera mitad de este año y que ahora recuerdo con mucha felicidad. Felicidad de que haya pasado, claro. Y por qué es relevante? Porque el deporte me ayudó a superarlo.
 
Tuve Burn-Out. Vamos, el síndrome de estrés laboral de toda la vida.
 
Pero empezaré mejor por el principio:
Estudié ingeniería, por lo que conozco el estrés por mucha carga de trabajo o por miedo a un examen imposible desde los 18 años. Durante mis primeros años de trabajo, en varios proyectos, sufrí el estrés normal de enfrentamiento a un Nuevo puesto, a nuevas tareas,  a un ambiente desconocido. Quitando un corto periodo de adaptación al principio, y un compañero insoportable un poco más tarde, todo fue bien. Aprendí a manejar cargas de trabajo variables, a ser flexible y a adaptarme al cambio. Seguí sintiendo nervios puntualmente, pero eran nervios normales, de los de “estoy aprendiendo”.
 
Hace más o menos un año me subieron de nivel, lo cual yo había pedido, y me convertí en una jefa de Proyecto muy feliz y con muchas espectativas y muchas ideas. Tenía mi equipo de 5 personas encantadas de trabajar conmigo y para mí. Pero me encontré con un equipo fantástico, unos temas muy interesantes, y un cliente horrible.
 
No, no era mala persona. A nivel personal nos entendíamos muy bien y teníamos buena relación.
 
Lo que me destrozó fue su extremado control sobre mí y sobre mi equipo. Sólo había una manera de resolver problemas y enfrentarse a temas, y era la suya. Todo aquel que lo hiciera de forma distinta, lo hacía mal. No confiaba en nosotros, no se fiaba, por lo que teníamos que documentar hasta el detalle cuantas horas habíamos necesitado para preparar una presentación, y con cuanta gente habíamos tenido que hablar en cuantas reuniones, sobre qué temas.
 
Soy una persona que piensa por sí misma, que comete errores e intenta aprender de ello, por lo que me gusta que me corrijan, pero que no me controlen cómo tengo que trabajar al detalle. Necesito sentir la confianza en mí. Y este hombre no confiaba en nadie, ni en mi, ni en mi equipo, ni en el resto del departamento. Trabajaba horas y horas, y la gran parte de ellas pasaban en revisar el trabajo de otros. Tengo un email guardado en el que le cambiaba a un compañero mío una preposición en una frase. Mi compañero tuvo que volver a escribir el document entero y a mandar de nuevo un email a todo el departamento. Por una preposición.
 
Desesperada busqué en internet información sobre cómo tartar con personas así, y que me ayudó fue poder ponerle nombre: Micromanagement.
 
Las pintas que tenían todas mis presentaciones. Todo mal. Todo.
Y cómo me afectó todo esto a mí? Lo que empezó siendo sorpresa e intentos de asumir el reto que suponía trabajar para alguien así, acabó por quemarme en pocos meses.
 
Enfermé. Durante varias semanas tuve algo parecido a un catarro fuerte hasta casi tener fiebre, y llegué al punto de tener que ir al medico a pedir una baja. Creía que tenía una infección de oido, pero resultó ser una contractura en el hombro, de tan tensa que estaba, mis nervios estaban totalmente aplastados, y me dolían los hombros, el cuello, los oídos y la cabeza. Además de catarro, malestar, sentimientos de depression y sollozos incontrolados. Un cuadro, vaya.
Algunos días me fue imposible ir a trabajar. Antes, si me encontraba en una situación difícil o complicada, hacía de tripas corazón y tiraba hacia alante, con la cabeza bien alta. Incluso cuando mi primer novio cortó conmigo fui capaz de levantarme al día siguiente, ir a un examen, y aprobarlo! Pero en ese momento no me quedaba nada de energía. Me sentía como Kate Winslet en The Holiday, cuando se da la vuelta en la cama, vuelve a bajar las cortinas y se aisla del mundo exterior. De la misma manera yo cerraba los ojos y deseaba que todo fuera un mal sueño.
El rugbier me animó a pedir una baja por estrés, pero yo no quería asumir que estaba tan mal. No quería que me vieran débil en el trabajo, ni quería que pensaran que no era capaz de aguantar la presión. Aunque la verdad es que no podia aguantarla.
 
Ahora lo veo desde la distancia con felicidad, de que ya haya pasado todo, de darme cuenta ahora de lo que realmente me ocurría entonces, de haber aprendido algo de ello, y de seguir mejorando día a día. Ahora tengo mis trucos para no volver a caer en esta situación, y espero (y estoy segura de ello) que en el momento de volver a encontrarme en un lugar parecido, sabré cómo evitar recaer:
  • Reconocer la ansiedad: No solo se trata de estrés, también de ansiedad, la infundada que viene de miedos imaginarios. Estoy aprendiendo a reconocerla “este peligro no es real, o no es tan grande como piensas”, y a controlarla “tranquila, respira, anota en un papel el problema real, exprésalo en voz alta. Ves, no es para tanto”.
  • Hablar sobre ello: Ahora ya no tengo la relación subcontrata-cliente, por lo que puedo hablar con libertad con mis superiores si no estoy contenta con su manera de gestionar. Ojalá nunca tenga que aplicarlo, pero en caso de tener que, estoy preparada para ello.
  • Reflexionar y meditar: todas las semanas reflexiono sobre mi vida professional y cómo me afecta e influye en la personal. Todas las noches medito sobre el día, las cosas buenas que he vivido, y aprender de las malas.
Todos estos métodos necesitan de disciplina y autocontrol, y aquí entra el deporte. En su momento, en primavera, me ayudó a distraerme del trabajo y del micromanager. Al menos el rato que hacía deporte tenía la cabeza distraída con sudor, agujetas y esfuerzo, y no en “ay no, mañana otra vez al trabajo”.
 
Hacer deporte se ha convertido en mi válvula de escape y mi aprendizaje de autocontrol. Si soy capaz de crear la disciplina de salir a correr aun a temperaturas negativas, poco a poco también sere capaz de controlar los ataques de ansiedad.
 
En resumen: el estrés laboral, para quien lo sufre y para su alrededor, no es ninguna broma. No hay que negarlo, si no entenderlo y combatirlo. Cada uno puede aprender a manejarlo de manera saludable, y el deporte es una opción muy buena para ello. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...