martes, 10 de noviembre de 2015

Primer día con BBG

Ayer empecé la BBG de Kayla Itsines, iré contando mi experiencia con ella estas próximas 12 semanas, y ya con solo un día de ejercicios se me ocurren mil cosas para contar: que si es muy necesario leerse antes de empezar el resto de la guía, que ya que se hace el esfuerzo del deporte, al menos acompañado por esfuerzo de dieta, que si tal o cual música ayuda a llevar bien el ritmo de los ejercicios,… Pero voy a empezar con algo mucho más sencillo que todo esto, a la par que muchísimo más complejo: cómo me sentí.

No me refiero a cómo sentí que el sudor empezaba a los dos minutos, o cómo se me cortaba el aliento haciendo burpees, si no a cómo me sentí anímicamente.

Mal, muy mal.

Pero no mal en plan mal, si no mal en plan bien. En plan jarro de agua fría y colleja y en plan abrir los ojos como platos. Mal en plan: en serio este es mi cuerpo?

Y es que antes de empezar con los ejercicios, hay que fotografiarse de frente, de lado y de espaldas, a poder ser en ropa interior o bikini. Yo, por si luego me da por compartir el #beforeandafter, me hice las fotos con braga de bikini y sujetador deportivo.

Yo ya me había dado cuenta de que hacía muchos kilos que había pasado de rellenita a gorda (aló un IMC 28,3 no es fácil de ocultar) y que, aunque no seguía engordando desde hace tres años, tampoco adelgazaba nada con mi dieta y mi sedentarismo. También me había dado cuenta de que la talla de pantalón no era siempre la 42, que a veces subía a la 44. Que el hueso de la cadera se me nota solo si estoy tumbada, retorcida y metiendo tripa. Que si no, es inexistente. Que en la ducha al mirar hacia abajo veo solo tripa. Que si me pongo una falda de tubo corro el riesgo de que me feliciten por mi embarazo.

Pero lo que no había visto era que de frente tengo las piernas tan rechonchas que parecen curvadas. Que de lado da igual cómo ponga la cabeza, siempre tengo papada. Que de espaldas tengo un michelín enorme, una arruga de grasa bajo los omoplatos. Y el culo está deformado con tantas bolas de grasa que tiene en las cartucheras.

Siempre he tapado mi cuerpo con ropa que más o menos me quedaba bien y disimulaba un poco los michelines y la grasa que tengo por todas partes. Por todas, incluyendo espalda, brazos, papada, tripa, abdomen, muslos, y piernas.

Antes tenia un cuerpo grande, siempre lo he tenido, pero era grande por las bonitas curvas femeninas que lo recortaban. Ahora son todo bolas de grasa y michelines. Lo dicho, un IMC de 28,3 no es fácil ocultar a una cámara de fotos neutral, que ni me quiere ni me deja de querer, ni opina ni me riñe ni me anima. Y sobretodo, no me engaña. Lo que veo es lo que hay.

Me sentí mal. Pero en plan bien. En plan Ya basta de lamentarse y de pensar que en el futuro adelgazaré y tendré un cuerpo tonificado y más sano. El futuro es ahora, es hoy.

En dos semanas vuelvo a hacerme las tres fotos. Y no pienso volver a lamentarme. Dentro de dos semanas os contaré, contenta, que en las fotos se ve el progreso conseguido.

ACTUALIZACIÓN POR LA TARDE:
--> Olvidad todo lo anterior. Las agujetas, lo peor son las agujetas.

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