Madre mía, vaya dos semanas llevo!
Dos fines de semana seguidos de viaje consiguen que me descoloque totalmente el plan, por lo que me doy cuenta de que mucha parte del ejercicio lo hago durante el finde.
Voy a recapitular un poco las últimas dos semanas, para volver a colocarme!
La Semana Santa fue muy guay, estuve con el rugbier de turisteo por el norte de Alemania, para descubrir que en el sur vivimos de manera muy distinta, y sobretodo, con más sol y menos lluvia!
Nos gustó mucho el viaje, nos lo pasamos genial, pero volvimos muy felices a casa para olvidarnos de la lluvia horizontal y el viento huracanado de las ciudades hanseáticas.
Como buenas minivacaciones, no faltaron los excesos: cerveza, vino, bollos, kebab,... todo lo que en mi rutina normal ya apenas toco.
Tampoco me pasé mucho, y me ha servido para darme cuenta de que se puede disfrutar de un vino o una cerveza sin pasarse ni sentirse mal. También, para ver que lo que hace medio año me parecía un consumo normal, ahora me parece pasarme tres pueblos. Lo cual es bueno, ahora mismo más de dos cervezas no se me ocurre pedirme, y antes eso sólo era el principio!
Después de una semana corta pero intensa en el trabajo, con mucho más lío de lo normal, me volví a subir a un avión para visitar a mi familia en España. Esta vez, sin embargo, fui muy, muy buena, y disfruté de la misma manera que siempre de los eventos familiares sin pasarme.
El secreto? Quitarme todo lo que no me aportara nada. Comí todo lo que me apetecía, pero poco. Escuché a mi estómago y comí sólo lo que me aportaba algo, me nutría, además de hacerme disfrutar, y sobretodo, dejé de comer cuando ya no tenía hambre.
En concreto quiero decir que no tomé pan, para postre tomé un té en vez de café con bombones y rosquillas, vino fue sólo una copa pequeña sin rellenar, y las patatas fritas se las dejé todas a mi madre.
Comí, comí bien, pero no me pasé, y eso lo agradezco yo, lo agradece mi cuerpo, y también la balanza.
De tal manera que lo que engordé en semana santa, lo equilibré después, y aunque no he bajado de peso en dos semanas, tampoco he subido. Y lo más importante, me he dado cuenta de que ya no tengo ansiedad por comer.
No sé si será el ejercicio, correr, BBG, el cambio de trabajo, el rugbier, la dieta o yoga... o la combinación de todo esto. Lo que sé es que desde que decidí cambiar mi vida y tomar las riendas de mi salud, soy mucho más feliz. Me hace feliz saber que soy yo la que decide qué comer, qué ejercicio hacer, cómo moverme, y poco a poco, con qué vestirme.
Así que aunque estas semanas he estado un poco descolocada, en realidad ahora mismo estoy más equilibrada de lo que he estado nunca.
Y vosotros, habéis notado que con una vida más saludable os sentís mejor?
Hola, que bien volver a leerte. Estaba deseando saber como te había ido en Semana Santa, y veo que lo has hecho genial :)
ResponderEliminarDe vez en cuando apetece ver a la familia, y saltarse un poco la dieta tampoco está mal, siempre sin olvidarla del todo, ya que si no cuesta más volver a la comida sana (que veo que tu lo llevas de maravilla). Como tu dices, se puede comer de todo, pero no hace falta comer un montón de todo.
Yo esta Semana Santa la he pasado aquí, en casita, pero bueno, en nada llega mayo y con eso tengo visita de la familia, ahi si que si tocará hacer un viajecito para que vean otras cosas (ya que este es el tercer año que vienen y creo que ya se conocen la zona).
Tener una vida más sana te hace sentirte mejor (la reacción que produce en mi misma la puedo comparar con la reacción que produce un día de sol, no tengo una razón específica pero si hace buen tiempo estoy más alegre y de mejor humor), en mi caso todavía tengo una asignatura pendiente, el tema de la dieta (no me alimento todo lo bien que debería), cosa que veo que tu dominas a la perfección.
He hechado un ojo a tus fotos y me he dado cuenta de que tu también haces yogures caseros. A mi los de frutas, que hago para mi novio, me quedan perfectos, pero los naturales que hago para mi no siempre me quedan bien, a veces tienen demasiado suero y no están bien cuajados (probablemente tenga que ver con que uso leche desnatada y no le hecho leche en polvo, para los de mi novio uso leche entera y leche en polvo entera). ¿Tú como los haces?
Me ha gustado mucho tu comparación, que una vida sana es como un día de sol. Sabías que necesitamos luz solar para crear la vitamina D y que sin ella podemos tener hasta depresión? Por eso sienta tan bien cuando aparecen los primeros rayos de primavera. Así que si, tanto un día soleado nos alegra, como cuidarnos!
EliminarYo yogures de frutas no hago, como los haces? Es que a nosotros nos gustan naturales, mi marido los toma con miel y yo solos (me encantan, sin azucar ni nada) o con salvado de avena, y están muy ricos así. Los hago con leche natural para que cuajen bien, con desnatada tampoco me cuajaban. Y la ultima vez me faltaba la leche en polvo, no eché y salieron igual, asi que no es necesaria, o si acaso, una o dos cucharaditas por litro. Lo que a mi me ha ayudado es hacer la mezcla, y mientras tanto caliento el horno hasta 50 grados, lo apago, relleno los tarritos, los meto y los dejo toda la noche, unas 8 horas. El truco definitivo ha sido meter los tarritos vacios dentro del horno mientras se calienta, asi cuando meto la mezcla no hay mucho cambio de temperatura, y cuajan que da gusto!
Espero que te ayude :)
con leche natural me refiero a entera jaja. uso leche fresca (la que venden en el frigorifico, no fuera) y es lo que mejor me ha funcionado!
EliminarSi, sabía lo de la vitamina D, aqui el sol escasea bastante y la mayoría de la gente toma suplementos de vitamina D.
ResponderEliminarPara hacer los yogures de frutas lo que hago es primero confitar la fruta -fruta "natural" claro, por ejemplo piña, melocotón, kiwi, bayas, fresas, frambuesas ... también he probado con fruta enlatada, cuando no la venden "natural"-(no es necesario añadirle azúcar ni nada, te explico ahora en que consiste), con esto me refiero a que la caliento en una olla -la pongo a bastante temperatura hasta que empieza a soltar el jugo y la dejo durante 1 o 2 min, removiendo bien-. El propio azúcar de la fruta que va en el jugo ya hace que quede como confitada. La dejo enfriar durante media hora o así, mientras la fruta enfría también dejo que se temple la leche (la saco de la nevera). Luego echo el yogur madre (entero) y la leche en polvo 2 cucharaditas, echo un poco de leche y mezclo bien para que se deshaga todo y no queden grumos, echo el resto de la leche y por último añado la fruta. Lo vierto en los cacharritos y los meto en la yogurtera durante 8-10 h ( a mi novio le gustan densos, entonces los dejo 10 h para que cuajen más). Yo utilizo yogurtera porque "heredé" una de mi madre de hace muchísimos años. En cuanto a la leche, ya tenía oido que se debe de usar la fresca y no la otra (pero aquí tampoco tenemos mucha opción, no hay muchas marcas donde escoger -sólo 2- y solo la venden fresca (por suerte para los yogures). Ayer los he hecho de piña y de frutos del bosque, estate atenta a mis entradas que pondré fotos de ellos.
PD. A mi los yogures me gustan como a ti, naturales y sin azucar ni nada.