Hace ya más de un año que me despedí con un Hasta Luego y, aunque he de confesar que muchas veces pensé que más bien era un Adiós y que debía cerrar el blog, quería mantener la esperanza de poder volver algún día a escribir por aquí.
Hoy me alegro de seguir teniendo el blog y poder volver a él, que es un poco como volver a un lugar conocido del que tengo muy buenos recuerdos y que en su momento me ayudó mucho, del que espero volver a disfrutar y que me pueda volver a ayudar.
Han pasado muchas cosas en este año - ahora tengo una hija preciosa de la que estoy enamoradísima, he disfrutado con ella de una baja y excedencia maravillosas, hemos descubierto lo que es ser una pequeña familia, y cada día seguimos aprendiendo cosas y alucinando un poco más.
Todo son etapas (o fases, como dicen los pediatras con los niños) y hoy cierro una etapa para abrir otra mañana, la de madre trabajadora, y es que mañana me reincorporo a la oficina! Estos meses de excedencia han sido geniales, y ahora tengo ganas de retomar otra faceta, la de trabajadora, y ver como se combinan ambas.
Otras cosas que quiero retomar son los buenos hábitos alimenticios y de deporte que tenía antes del embarazo - digamos que con la excusa del embarazo y de la lactancia no me he privado nada, y que al menos en mi caso eso de dar el pecho adelgaza no se ha cumplido.
En resumen: tengo una hija de 8,5 kilos y un culo de más o menos el mismo peso.
Así que estos son mis buenos propósitos para la segunda mitad de 2018, que iré contando en el blog, por que si los escribo, los cumplo:
- Bajar a un IMC de 25 comiendo sano.
- Acabar una ronda de BBG.
- Recuperar una rutina de Yoga y Meditación.
- Seguir minimalizando mi vida.
- Leer, leer, leer.
- Escribir, escribir, escribir.
Por último y para no pasarme el primer día de vuelta acabo con un proverbio árabe que aprendí hace poco y se ha convertido en mi mantra actual:
Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa.