Sin embargo, lo que no está resultando nada fácil es recuperar el ritmo de dieta y deporte.
Primero la dieta: me sigue apeteciendo mucho el azúcar y los dulces. A pesar de que he reducido en un par de cosas y que estoy comiendo mucho más sano, sigo cayendo en la tentación de chocolatinas de vez en cuando.
Y ahora el deporte: ni lo huelo, por un lado ha estado haciendo muchísimo calor, lo que hace que no me apetezca nada arriesgarme a un bajón de tensión, y por otro lado con la peque es complicado sacar tiempo.
Pero... todo esto son excusas!
Está claro que ahora no puedo pasar de cero a cien en todos los ámbitos de mi vida, pero eso no significa que me deje totalmente a la deriva y me acostumbre a volver a pesar más de diez quilos de más.
Poco a poco, estoy recuperando buenos hábitos, y poco a poco, lo voy notando en el cuerpo y en el ánimo.
Por ahora ya he recuperado unos cuantos:
- Volver a practicar yoga
- Llevarme la comida al trabajo (sobretodo verdura)
- Beber mínimo 1L de agua al día en el trabajo, más todo lo demás que beba en casa.
- Nada de alcohol entre semana
- Máximo dos cafés al día, y ahora lo tomo, al menos en el trabajo, sin azúcar.
Aun así, me siguen faltando unos cuantos más que me funcionarion muy bien en el pasado:
- Deporte, más allá del yoga, en especial la BBG.
- Llevarme el desayuno al trabajo: yogur con avena.
- Nada de alcohol en el fin de semana.
- Nada de azúcar añadida.
- Controlar las cantidades de la cena.
- 10.000 pasos todos los días.
Son muchos buenos propósitos y pienso ir convirtiéndolos en hábitos, uno a uno, sin prisa pero, sobretodo, sin pausa.
La vida sana ha vuelto a mi vida, y esta vez para quedarse del todo.
Y vosotros, ¿qué buenos propósitos tenéis para lo que queda de año?