No me gusta el rosa

En Junio no pude participar en una carrera popular, en la que participé ya el año pasado, por que estaba de viaje y coincidía en el fin de semana, sin poder cambiarlo. Me dio mucha rabia y me puse a buscar otras carreras en los meses siguientes con recorrido similar y que cayeran bien en un fin de semana que no me pille de viaje.

He encontrado dos así, con la pena de que ambas son "carreras para mujeres". Pena? Pues sí, pena. 

Me parece genial que parte de los beneficios de una carrera se recauden para una organización benéfica, de hecho prefiero que sea así, y me parece genial que se recaude para organizaciones que buscan empoderar a la mujer o investigar la cura de ciertos tipos de cáncer. 

Pero no me gusta que haya una "carrera para la mujer rosa". 

Voy a aclarar primero que estoy a favor de la discriminación positiva en temas como mundo laboral y oportunidades de trabajo, porque ahí hay que luchar contra el prejuicio de algunos de "una mujer no sirve como jefa o para ciertos tipos de trabajo", etc... 

Por este camino también me gusta que se anime a las mujeres a participar en carreras populares, por que el deporte femenino siempre tiene menos presencia, y por que hace un par de décadas todavía tenían las mujeres prohibido participar en este tipo de carreras, y me gusta que ahora celebremos esta victoria saliendo a correr y marcando nuestro territorio por derecho. Si queremos correr, corremos.

Lo que no me gusta es que una carrera de la mujer signifique que todo sea de color rosa, la página web, las camisetas, la equipación, la llegada a meta, los stands de avituallamiento,... TODO ES ROSA. 

Y de paso se organizan cosas típicas de mujeres (notese la ironía) como clases de yoga, día de spa,... 

Y que sólo puedan correr mujeres, los hombres no pueden apuntarse.

No, no me gusta. Nada. 

Estoy a favor de reivindicar que las mujeres podemos correr y hacer lo que nos de la real gana, que no hay nada de lo que no seamos capaces, que no somos menos que los hombres y que podemos llegar a donde nosotras queramos. Hay que reivindicarlo porque aun no es una realidad en ningún sitio, en algunos menos que en otros, y hay que decir bien alto lo fantásticas que somos y lo mucho que valemos, aunque haya gente que nos diga que no es así.

Pero creo que montar una carrera de la mujer llena de clichés como todo de color rosa, yoga y spa, y excluir a los hombres de ella no es una buena manera de reivindicarlo. 

No me gusta, porque ha dejado de ser una reivindicación para ser un negocio. Y me parece muy bien que se haga cierto negocio con las carreras populares, he participado en dos que eran puro y duro negocio, pero no me gusta nada que lo disfracen de empoderamiento de las mujeres.

Así que a la carrera de Septiembre, que es la rosa chicle, no voy a apuntarme. 

En Octubre hay otra, también para mujeres, con la diferencia de que no hay ninguna marca importante de deporte detrás, el dinero va a la investigación contra el cáncer de mama, y los hombres sí pueden apuntarse. Y sin rosa.