Dentro de un mes cumplo 31 años y quiero hacerme un par de regalitos a mí misma:
Un IMC de 25
El plan de principios de años situaba en algún día de agosto la frontera entre sobrepeso y peso normal, y aunque en los últimos dos meses he tenido una vorágine de bodas, vacaciones y comilonas varias, creo que más o menos voy a poder cumplirlo. Tengo unas ganas enormes de alcanzar el peso normal y poder decir de forma oficial que ya no tengo sobrepeso. Sé que es sólo un número y que hay que mirar muchas más cosas, pero mi constitución y mi estatura son bastante normales, por lo que el cálculo del IMC es bastante adecuado.
Para alcanzar el 25 necesito bajar todavía 2,6 kilos hasta los 68, y tengo 4 semanitas para ello. De nuevo, con una boda y viaje entremedias, pero también con muchas ganas, con preparación para una carrera de 8km y una ruta de senderismo bastante exigente.
Unas encías sanas
Empecemos por el principio. En un verano hace unos 7 años tuve por primera vez gingivitis, y desde entonces la he tenido de forma crónica. Me sale en épocas con agobios y nervios, y la suerte es que no soy muy nerviosa, así que desde que acabé la carrera (hace ya...) sólo he tenido un ataque de gingivitis más. Exacto, el año pasado justo antes de la boda.
La gingivitis se puede controlar, pero si no se trata a tiempo puede llegar a contraerse la encía mucho y dejar a la vista las raices de los dientes, lo cual es fuente de más infecciones, y muy muy feo.
Pero no es algo del todo irreversible, y se pueden tomar un par de hábitos que ayudan a frenar la gingivitis y curarla, y ayudan a que no vuelva a salir, o que al menos no sea tan mala al volver a salir. Lo primero está claro que es lavarse los dientes después de cada comida.
Lo segundo es la seda dental: en esto confieso que fallo más de lo que debería, y no todas las noches la uso.
Lo tercero es la equinacea: es una planta con propiedades curativas para la boca que me recetó mi dentista en Madrid y que tengo que buscar aquí por que se me ha acabado. Son unas gotas con las que me enjuago la boca y luego lo trago - sabe a agua de pantano, pero protege contra infecciones.
En su día también me recetó globulís de mercurio, que mi dentista en Madrid es muy hippy y le va la homeopatía, pero a mi me suena a cuento chino así que es en lo único que no he hecho mucho caso.
Lo cuarto es una limpieza en profundidad: el problema es que sigo yendo a la dentista en Madrid, lo cual no ocurre muy a menudo, y hasta ahora no he necesitado buscar uno aquí. Pero bueno, ahora mismo está claro que lo necesito, así que en cuanto publique la entrada voy a llamar a reservar cita.
En resumen, en el próximo mes quiero concentrarme en mi bienestar y en mi salud y quiero regalarme unas encías sanas, bonitas, y un par de kilos de menos.
Y vosotros, qué os regaláis por vuestros cumpleaños?
Yo también cumplo en agosto, unos poquitos más que tú, je je je. Mi hija mayor cumple 31 en septiembre.
ResponderEliminarHace años empecé a regalarme cosas importantes:
- No hacer algo si no quiero hacerlo de verdad
- Decir que no sin sentirme mal
- Ir un día a la semana a desayunar a una cafetería bonita y leer las revistas que tienen allí
- Madrugar para tener un ratito conmigo misma
Cositas así.
Me encantan tus regalos. Este año me hubiera gustado regalarme un peso ideal, pero en vez de eso (no llego) me he regalado las visitas a la nutricionista. Que cumplo en agosto, pero por si se iba la mujer de vacaciones, empecé en julio.
Un beso y felicidades.
Yo soy del 1 de septiembre! mi pobre madre (imagino que como tú con tu hija) me tuvo que aguantar agosto entero embarazada... en Madrid!
EliminarLa verdad es que tus regalos son muy importantes y se nos olvidan demasiado... yo también he empezado hace poco a no hacer lo que no me apetece, y sin mentir ni inventarme excusas. Simplemente un "no, por que no quiero, y punto!"
Y lo de la cafetería me parece una idea genial, un ratito de tranquilidad de vez en cuando lo necesitamos todos.
Animo con la nutricionista y felicidades a tí también!