La semana pasada adelgacé unos ridículos 100 gramos, esta los he vuelto a coger.
Significa que a pesar del deporte, la dieta y el conteo de calorías, no ha avanzado la báscula en las últimas semanas.
Ya he dicho varias veces que lo que diga la báscula ni va a misa ni es siempre representativo de los esfuerzos. La bajada de peso es un efecto secundario de llevar una vida más sana y consciente, pero sigue siendo un efecto secundario muy deseado.
Hay una diferencia entre pensar: "Voy a bajar de peso" y pensar: "Voy a comer mejor y moverme más, y entonces bajaré de peso".
Pues yo antes pensaba como la primera frase, y ahora he entendido que la segunda es la real.
Sin embargo, quiero bajar de peso. Mi cuerpo, además, ya está reaccionando bien (como este fin de semana) al tener que soportar menos kilos y tener unos músculos más entrenados. Quiero seguir mejorando, quiero que mi cuerpo sea más ligero, que mi espalda cargue con menos peso, ser más flexible, estar más tonificada. Y bajar de peso.
Pero estoy en una meseta.
Lo que hace un mes funcionaba bien, ahora ya no sirve, por que mi cuerpo se ha acostumbrado a ello. Entiende que ahora consumo menos y gasto más, y se ha adaptado a esta nueva situación. Qué significa esto, que tengo que comer menos? No, por dos razones:
- No me quiero matar de hambre.
- El hambre me pone de mal humor.
Entonces solo queda la segunda opción: subir el listón. Para eso, y como soy muy de gestión de proyectos, he creado un plan de 5 pasos:
- Hacer a partir de ya la BBG como es debido: ya lo puse ayer en el blog.
- No saltarme fatburner never ever.
- Hacer LISS de verdad: Yoga cuenta como session de estiramientos, no como cardio suave: Cardio suave es: Salir a correr o elíptica en casa.
- Incluir una rutina de pesas después de las sesiones de BBG: Me gustaba la rutina de Intensidad MAX, voy a tomar esta.
- Hacer el HIIT.
Podría pensar que todos los esfuerzos que estoy haciendo por llevar una vida más sana no están sirviendo para nada, que si no adelgazo para qué voy a matarme a hacer Burpees, que si total voy a pesar lo mismo, pues me pido pizza en vez de ensalada,... y un largo etcétera.
Pero no es cierto que los esfuerzos no sirvan para nada: con la dieta mis digestiones han mejorado, ya nunca tengo pesadez de estómago, tengo mucha más energía, disfruto más al comer, no me siento mal después, estoy probando nuevos alimentos y recetas muy ricos (bueno, uno no lo fue...). En cuanto al deporte, mi nivel de ansiedad y estrés ha disminuido, los dolores de espalda han desaparecido, mi tripa es mucho más plana, tengo más fuerza, mis pulsaciones han bajado,...
Estoy en una meseta, sí, pero ninguna meseta es infinita. Entretanto, para animarme en los momentos de un poco bajón, pienso "Qué diría Dumbledore?"
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