Casi toda mi vida he querido cambiar mi cuerpo, pero no siempre me he sentido incómoda en él. Sabía (y sé) que para disfrutar más de la vida y estar más sana, tengo que estar en un peso adecuado a mi constitución y a mi altura (1,65m), y las épocas mejores he rondado los 60-64 kilos.
Siempre que me he mirado al espejo he visto una chica rellenita, con el culo más grande de lo que le corresponde, triponcio con demasiada grasa, pero no he visto a una chica con un problema de salud. No fue hasta hace un año que me di cuenta de que sí que tenía, o podía llegar a tener, un problema de salud por la única razón de pesar más de lo que debía.
Ahora, unos meses más tarde y después de bajar de 78 a 72 kilos, me siento más ágil, más flexible y mucho más sana, pero me he estancado.
En parte mi rutina ha cambiado, y el trabajo requiere mucha más concentración y energía que antes, que no me queda para volver a casa y ponerme a hacer deporte. Por otro lado, mi forma de pensar también es distinta a cuando empecé el cambio a una vida más sana, y es que ahora ya no veo tanta fatalidad en pesar unos kilos de más, al fin y al cabo son "sólo" 7-8 kilos los que me sobran y no 15.
Supongo que mi mente se ha hecho a la idea de que me he quitado los peores kilos de encima, que ya estoy en una zona segura, que no es tanta la urgencia de adelgazar como antes, que total, la gente ya ha notado que estoy más delgada, eso es un gran resultado, para qué seguir si ya he conseguido lo que quería?
El problema es que NO lo he conseguido. Voy por el buen camino, sí; noto los primeros resultados, sí, la gente también nota el cambio, sí. Pero aún me sobran kilos, aún tengo mucha grasa que no me hace falta, aún necesitan más fuerza mis músculos, aún me queda mucho camino por delante!
Hasta ahora, las conclusiones del cambio en los últimos meses son muy positivas:
- Comer más sano me hace sentirme mejor: mis digestiones no son nada pesadas, me siento más ligera, y también me gusta el aire de superioridad que se desprende de "miradme, estoy merendando una manzana. sí, soy dueña de mis decisiones y he decidido comer fruta en vez de ese helado de chocolate que apenas tiene buena pinta. Aquí mando yo, no mi estómago."
- Hacer deporte me hace sentirme mejor: desde que hago deporte consigo mantener mejor a raya el estrés y la ansiedad. Me siento, y estoy, más fuerte, más flexible y más ágil, y puedo disfrutar más de otras actividades con mis amigos y mi familia.
Por eso he reflexionado para volver a preguntarme a mí misma cuales son las razones por las que quiero hacer ejercicio, comer más sano y, en resumen, llevar una vida más sana y saludable. Y aquí están:
- Quiero estar sana: ahora mismo me siento sana, mucho más de lo que me he sentido en años! Pero es cierto que antes también pensaba que estaba sana, así que ahora me toca preguntarme si realmente estoy sana, o sólo me siento más sana que antes, pero no todo lo que puedo, y debo estar. La respuesta es sencilla: sólo estoy a la mitad del camino, aún debo bajar de peso y aprender a comer mejor.
- Quiero controlar mi ansiedad: no me gusta que sea la ansiedad la que decida qué como y cuanta cantidad. Quiero poder controlarme y comer sano siempre, para poder darme caprichos de vez en cuando, pero caprichos conscientes, de "hoy tengo una cena especial, voy a tomar un poco de vino", y no caer en el "hoy tuve un mal día en el trabajo, me merezco un kilo de chocolate en vena". Me siento mal cuando no soy capaz de manejar mis emociones y pienso que la comida es una solución, por que entonces convierto la comida en un problema. Hacer deporte me ha ayudado los últimos meses, estoy más tranquila y he aprendido a controlar mis sentimientos, aunque aún me queda mucho por aprender.
- Quiero vivir amando mi cuerpo: no es que llegara a odiar mi cuerpo, pero nunca, o casi nunca, ha sido algo de lo que he estado orgullosa, ni lo he querido lucir mucho, ni usarlo como puede ser usado. Desde pequeña entré en el modo "niña gordita y patosa de clase" y me ha costado muchos años darme cuenta de que yo no tengo por qué ser eso, algo que alguien decidió etiquetarme en primaria. Yo soy quien decido ser, y decido ser la chica fuerte, ágil y flexible del grupo.
- Quiero estar bien preparada para el futuro: el futuro para mí siempre ha significado ser madre en algún momento, tener muchos nenes, viajar mucho, pasar mucho tiempo fuera de casa y llegar a una madurez y vejez con mi familia lo más sana posible. Quiero disfrutar de la vida, amigos y familia todo el tiempo que pueda y lo mejor que pueda, y tengo la gran suerte de tener muy buena salud, y quiero hacer todo lo que esté en mi mano para continuar así.
Estas son mis razones. No las de una revista de moda, ni una valla de publicidad, ni mi madre diciéndome que tengo que adelgazar. Son mías, 100%, mi camino a una vida más feliz y plena en un cuerpo más fuerte y sano.
Son razones nuevas y por lo tanto necesitan hábitos nuevos. Voy a cambiar un poco el blog, voy a resetear los programas con los que monitorizo la comida y el peso, y en definitiva, voy a empezar de cero.
Ya no me vale el "mi peso inicial eran 78 y ya he adelgazado 6 kilos, que bien!" Si no el "mi peso inicial son 72 kilos y tengo que llegar a los 64 o menos, a por ello!"
Tú me lees la mente, ¿no? jajaja este post lo podría haber escrito yo...variando la proporción de kilos que estoy bastante más arriba que tú, aún midiendo lo mismo.
ResponderEliminarPues, chica, ¿qué nos decimos? que a seguir con fuerza! Muchos besos!
jejeje, si es que hay que seguir intentandolo una y otra vez, que cada vez es buena para nuestra salud!!
EliminarMe gusto mucho tu entrada de hoy, me siento muy identificada!
ResponderEliminarYo logré cambiar la cabeza al 100% con la ayuda de la nutri y algo que me dijo es que uno debe tener una alimentación saludable y una vida activa, y como consecuencia baja de peso. No al revés, como todo el mundo cree.
Saludos!!
claro! primero hay que cuidar y mejorar la salud, y el cuerpo responderá! me alegro de que te gustara la entrada :)
EliminarYo también he leído una parte de mi vida en tu entrada. Desde siempre he sido la niña gorda y patosa de clase, del grupo de amigos en verano e incluso entre las niñas de mi familia. Al contrario que tu yo si he odiado mi cuerpo, lo he odiado y lo sigo odiando. Desde que puedo recordar, me rechazo a mi misma por como soy físicamente, he intentado cambiarme y aunque intento hacerme entender que lo importante es estar sana y no como se vea mi cuerpo, todavia no lo he conseguido (me importan más mis caderas anchas o mi celulitis en las piernas que el ser feliz). Espero algún día lograr entender que tengo que mimar a mi cuerpo, no castigarlo y que lo importante es la salud, no como me vea exteriormente.
ResponderEliminarLo que más me gusta de tus entradas es la manera en la que te planteas las cosas, como Ceci dice, alimentación saludable y vida activa darán un resultado de pérdida de peso, no al revés; lo que normalmente hacemos los demás es centrarnos en bajar de peso, no importa si sobreentrenamos, si no nos alimentamos bien,... y lo importante, como tu lo tratas de explicar, es el camino (todo esto mi cabeza lo razona, lo entiende, pero no lo aplica).
Un saludo, te sigo leyendo que me encantan tus entradas.
muchas gracias :D si es que yo creo que a muchos que peleamos con el peso nos pasa parecido. en mi caso, a mí mi cuerpo me gusta, claro que habría cosas que cambiaría, y con menos peso me gusta más, pero en general siempre he sido un poco pasotilla con la moda de delgadez extrema y nunca me ha importado mucho tener el culo gordo. lo que más me ha dolido ha sido siempre ser la patosilla, la menos fuerte del grupo, la que "se le da mal el deporte", y por eso quiero cambiar con el deporte, para demostrarme a mi misma que no es así, que puedo hacer muchas cosas!!
Eliminar